miércoles, 7 de marzo de 2007

"Yo, Pesado" Capitulo Final


...Cruel Angel: “Copado. ¿Y qué nombre piensan ponerle a la banda?”
Eddie: “Estabamos entre ‘La Ultima Tormenta’, ‘66 Stabs In The Neck Brutal Murder’, ‘Tetrarkos Thanatos Malignus Damnatus’ y ‘The Dark Power That Devours The Christian Souls And Turns Dreams Into Nightmares From Hell’”.
Cruel Angel: “Que bueno muchachos jamás pensé que cambiaria mi mundo en la universidad por la música”

No pude terminar la oración. Una botella de ginebra voló por el aire y aterrizó en mis dientes. Inmediatamente después se desató una batalla campal todos contra todos. Temí que el conflicto lo haya provocado yo al comentar que era universitario, pero luego me enteré que por reglas de la casa debía haber al menos una pelea por hora como mínimo.
A los cinco minutos de haberse iniciado la escaramuza, ésta se disolvió y todos volvieron a sus lugares. El barman pasó un cd de Judas Priest para mantener la paz por otros 55 minutos.
Ya repuestos de las lesiones decidimos que la banda se llamaría La Última Tormenta. Al ser el único del grupo que sabía escribir, mis compañeros me encomendaron componer un par de canciones. Son canciones profundas, con mucho contenido, que se refieren a momentos complicados de mi vida, sentimentalmente hablando. La que mas trabajo me costó se llamaba ‘Andate a la mierda puto!’

A la semana siguiente estaríamos tocando en Cemental, la meca metalera. Se trataba de una antigua fundición de acero en que, tras ser abandonada en los ‘90, pasó a convertirse en teatro clandestino. Allí todos los fines de semana tocaban las más prominentes bandas del movimiento metalero nacional.
Yo estaba nerviosísimo. Sumado al hecho de que no sabía tocar la guitarra, sufro pánico escénico desde la primaria. Toda mi infancia fui a un colegio católico y durante la obrita teatral de quinto año me tocó representar el papel de Jesucristo durante la pasión. Mis compañeritos se tomaban muy en serio sus papeles; me escupieron y azotaron toda la mañana y luego me crucificaron en el mástil, dejándome desnudo y a la intemperie por nueve horas, a la vista de todos como un trofeo sombrío. En ese momento no me gustó mucho, pero tras años de terapia llegué a perdonarlos, pues no sabían lo que hacían. Pero volviendo a la historia, encontrábame entre bastidores, verificando que la guitarra suene correctamente, cuando veo venir a Mayhem y a Eddie con rostros preocupados.
Cruel Angel: “Chicos, miren, aprendí a tocar un nocturno de Chopin en guitarra”
Mayhem: “Cerrá el orto pendejo y preparate que ya salimos”
Cruel Angel: “¿Ya? Pero si faltan 45 minutos para las once”
Mayhem: “Hubo un cambio de planes. La banda que estaba tocando recién no gustó y el público subió al escenario”
Eddie: “Los de seguridad no los dejaban, por eso construyeron catapultas y torres de asedio”
Mayhem: “Los músicos intentaron detenerlos arrojándoles piedras y aceite hirviendo, pero por cada fan que caía, dos tomaban su lugar”
Eddie: “Finalmente ganaron el escenario, degollaron a todos los de la banda y saquearon los instrumentos. Fue una batalla épica como no se ha visto jamás”
Cruel Angel: “Hmm a ver, sí, ahí viene el ataque de pánico. Sep, ya casi… casi… falta poquito. Aaaaahí está”
Y comenzaron las convulsiones.
Mayhem: “Arriba pendejo, y dejá de babear que necesitamos que cantes”
Cruel Angel: “¡¿Lo qué?! Death iba a cantar, ¿Dónde mierda está?”
Mayhem: “Lo perdimos de vista en la batalla de recién. La última vez que lo vi estaba masticando un pedazo de pierna del bajista”
Cruel Angel: “Chicos, no puedo cantar. Estoy muy nervioso y tengo miedo”
Eddie: “Hacete una paja anti-stress”
Cruel Angel: “Lo intenté y con todos estos anillos con púas casi me desangro”
Mayhem: “Escuchame pendejo, no me flaquees ahora. Vos tenés mucho potencial y podés hacer cualquier cosa que te propongas; si lo hacés desde el corazón es imposible que falles. Sí, es cierto que si no les gustás esa turba enardecida va a revender tus órganos en el mercado Norte, pero eso no va a pasar. Vas a salir, vas a cantar y les vas a patear el culo a todos.”
Cruel Angel: “Chicos, los quiero”
Mayhem: “Salí de acá, puto del orto”
Y me pegó un cabezazo. Pero fue un cabezazo lleno de afecto y emoción. Las palabras del hombre que para encender sus cigarros prendía fuego automóviles de alguna manera ablandaron mi corazón y extinguieron las sombras del miedo. Estaba decidido, iba a enfrentar a la masa.
Eddie se acercó con un vasito.
Eddie: “Hacé gárgaras con esto, es para la garganta”
Cruel Angel: “Gracias. Brgrgrgrgrgr… ¡Buaaj! ¡¿Qué carajo me diste?!”
Eddie: “WD-40. ¡Ahora vamo a rompé todo loco eh!”
Intercambiamos cabezazos y salimos al escenario. Aún quedaban los restos humeantes del show anterior. Me ubiqué frente al micrófono y con voz de muerto vivo grité:
— Are you ready to rock, fuckers?!
Tres mil almas detuvieron todo movimiento y posaron su atención en mí. Boquiabiertos, tal vez preguntándose si aquello ante sus ojos era real. Si aquel pálido, escuálido joven sosteniendo en lo alto su guitarra era un ser humano de carne y hueso o una ilusión hija de una sobredosis de Cindor. Ahh podía escuchar sus pensamientos: “Esto es una joda, ¿no?”, “¿Cuánto me darán por su hígado en el mercado de Norte?, “Cómo le pegaría a un manatí gótico”. Y al silencio le siguió un electrizante murmullo general.
— ¡Es el cadáver resurrecto de Dimebag Darrell! —gritó una voz entre la multitud e inmediatamente comenzó la aclamación popular. Aparentemente me confundían con el fallecido guitarrista de Pantera, Darrell Abbott. Afortunadamente ya estoy acostumbrado a que me confundan con alguien que lleva dos años de muerto y es desenterrado y reanimado ese mismo día, por lo que supe como actuar.
Cruel Angel: “That’s right niggaz! I escaped from Tijuana and now I have come for you!”
Y comenzamos a tocar. ¡Fue una verdadera fiesta! Tocamos nuestras mejores canciones: “Die”, “I Will Kill Your Dog”, “Always Wanted to Rape a Clown”, “I Don’t Want the Fucking C&A Card”, “Kill a Jew”, “Kill a Jew remix feat. DJ Jew” y nuestro mayor éxito y tema insignia, “Andate a la mierda puto”.
Ahh qué lindo, una historia con final feliz, para variar. Y aunque me encantaría poder decir que este es verdaderamente el final, mis aventuras con los metaleros estaban lejos de terminar. Pero quedarán para próximas entregas. Ahora me retiro a mi prisión criogénica. Un abrazo fraternal peronista y larga vida al metal.

**Todos los creditos para Rodrigo "Cruel Angel" Maida autor de la historia Publicada en La Internet Apesta el 2006-03-19

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajaja la verdad muy buena historia...pero espero q continue...los metaleros simpre tienen historias...bueno t dejo...jajajaja...m has echo reir un buen rato...

AGUANTE EL METAL!

Anónimo dijo...

al fin!! esta historia termino de la manera ke al menos yo esperaba, bien y con un final feliz!!!

en realidad no esperaba eso, pero bue, todas las historias tienen ke terminar en algun momento, y es fija, como en las novelas de Arnaldo André, ke todo terminaria bien!!!!

Besos gente!!!!

Anónimo dijo...

como va seba, bien ahi armando tu porpio espacio, y bien ahi poniendo de links a los cap del gaucho!!!! dentro de poco sale el 5to.
y pensar que antes eramos amigos en comodoro rivadavia, que tiempos aquellos no?
un saludo y como dice ricardito en el gaucho "si un puto le chupa la pija a otro puto, ese puto es puto, y ya fue, no hay vuelta atras"
jajaaj

Anónimo dijo...

esto es de www.lainternetapesta.com

plagio

Ninja!